Tanto por los anuncios del Ministerio de Salud, como por las estadísticas, Arequipa se encuentra en franco ascenso de casos de contagio y fallecimientos. Abona a esta situación, la escasa infraestructura en el sistema de Salud, que no ha mejorado sustancialemente pese a los anuncios.
El fin de semana anterior el gobierno envió 300 camas de hospitalización que aún no se han podido instalar. Además, en las últimas horas se ha registrado un alto número de fallecidos (7), todos del hospital Honorio Delgado; donde las 21 camas de UCI están ocupadas. Recién en las últimas horas se instalan dos nuevas camas que llegaron de Lima tras su reparación. En Essalud, con 23 camas UCI actuales la situación es un poco más holgada, pero la ocupación es de 90%.
Discriminando por provincias, los casos están concentrados en 90% (3,906) en la provincia capital, Arequipa. Luego, Caravelí ha registrado un crecimiento importante (3%) con un total de 131 casos atribuidos principalmente a las zonas mineras. Le siguen Islay (cerca al 3%) y Caylloma (2%) con 117 y 89 casos respectivamente.
Las provincias de Camaná (49), Castilla (28), La Unión (6) y Condesuyos (6), suman un 2% de los casos. No obstante, las dos últimas no presentan ningún caso en el lugar. Los que figuran en esta estadística son pacientes que viven en la ciudad de Arequipa, pero cuyo DNI mantiene su dirección en aquellas provincias. Por esa razón son registrados con ese domicilio. Este dato es muy importante a la hora de diseñar la cuarentena focalizada, que viene anunciando el gobierno; como la nueva estrategia cuando se reactive la mayor parte de la economía.
En relación a la provincia capital, los distritos de Cerro Colorado (608), Arequipa (542), Paucarpata (431) y José Luis Bustamante y Rivero (403), permanecen de manera consistente como los más afectados, pues entre los 4 concentran un 51% de los casos positivos.
Un segundo grupo de distritos medianamente afectados lo conforman Socabaya (309), Cayma (284), Alto Selva Alegre (243), Mariano Melgar (228), Miraflores (208) y Hunter (197), que concentran el 38% del total de casos. Estos 6 distritos, sumados a los 4 anteriores, albergan el 89% de casos.
Otros 15 distritos también registran casos, auqnue entre ellos destacan Yanahuara (90), Sachaca (85), Yura (74) y Tiabaya 861). Mientras que solo 4 distritos están libres de casos hasta el momento: Quequeña, Pocsi, San Juan de Tarucani y San Juan de Siguas.
Respecto al sexo, se mantiene la tendencia de afectación mayor al sexo masculino, que concentra los casos en un 64%, mientras que las mujeres respresentan el 36% del total de casos, como puede verse en el cuadro abajo.
Asimismo, el grupo de edad entre 30 y 59 años, sigue siendo el mayoritario, afectando tanto a hombres como mujeres y concentrando el 68% de los casos. Le sigue el grupo de 18 a 29 años, con un 17% de los casos.
En tanto, el grupo de edad de 60 años a más, concentra solo el 12% de los casos, pero dentro de este grupo se encuentra el 90% de los casos de muerte, de acuerdo a las estadísticas del MINSA.
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¿Adiós cuarentena?La población salió este lunes a las calles de manera masiva rompiendo el confinamiento que impuso el Gobierno hace 70 días. Las zonas comerciales y espacios públicos de Arequipa lucieron abarrotadas de personas. A eso se sumó el reinicio de la operación del transporte público, lo que provocó focos de desorden en diferentes paraderos.
Los lugares de mayor concentración fueron la Plaza de Armas de Arequipa y las calles contiguas como: Mercaderes, San Francisco, Santa Catalina y Puente Bolognesi. La mayoría de personas se movilizaba a pie, pero había un número menor que iba en bicicleta.
Mientras algunos negocios formales se preparan para reabrir, el comercio ambulatorio ya se había instalado en las calles, propiciando desorden y generado un riesgo de contagio. Por ejemplo, en la avenida Mercaderes se pudo apreciar desde vendedores informales hasta artistas callejeros.
Transporte público retornó en Arequipa
La Municipalidad Provincial de Arequipa anunció el reinicio parcial del transporte público en la ciudad desde este lunes 25 de mayo. Igualmente, se autorizó el servicio de taxis en el perímetro urbano.
Se determinó un primer turno entre las 5 las 9 horas y un segundo turno entre las 16 y 21 horas. Estas unidades deben seguir los protocolos sanitarios ya establecidos para este rubro.
Sin embargo, el regreso de unidades generó aglomeración de pasajeros en los paraderos y también presencia de ambulantes. Algunos usuarios reportaron tráfico y congestión en calles como siglo XX y Ayacucho, en el Cercado.
*Con imágenes de Guillermo Cornejo, Elard Parillo y Erick Rodríguez
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Ante la proximidad del invierno, urgen estrategias para enfrentar este año las heladas, al mismo tiempo que el Covid-19 en Arequipa. En medio de un escenario de pandemia, lo que se busca es controlar los contagios y a la vez disminuir las otras enfermedades respiratorias, señalan las autoridades.
Para ello, se ha incidido en la difusión de las vacunas contra la influenza y el neumococo. El gobernador Elmer Cáceres Llica, quien se reunió este martes con los integrantes de la plataforma de Defensa Civil, pidió que la inmunización comience en las zonas de mayor vulnerabilidad y que aún no tienen casos de Covid-19. Los niños menores de 5 años y adultos mayores serán el grupo prioritario.
Como parte de las estrategias, el Gobierno Regional de Arequipa asignó 800 mil soles para la compra de vestuario contra el frío, frazadas y otros materiales de abrigo. Las otras entidades involucradas como el Ministerio de Vivienda, Agricultura y programas sectoriales dispusieron recursos para afrontar las heladas.
Un invierno menos severo
A raíz del coronavirus, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) se ha visto obligado a disminuir su labor técnica ante el escaso personal en campo. El jefe regional Guillermo Gutiérrez indicó que la toma y recolección de datos no se efectuó de manera constante por las restricciones de tránsito. A eso se sumaron, hechos de robo y vandalismo en las estaciones de monitoreo, por lo que pidieron apoyo para que estas estaciones vuelvan a operar en su totalidad.
A pesar de la situación, Senamhi emitió pronósticos para esta temporada de invierno. La provincia de Arequipa podría experimentar descenso de temperatura hasta -19°C durante julio. Además, las provincias que se ubican por encima de los 3800 metros sobre el mar permanecerán con temperaturas por debajo de cero. Empero, las condiciones climáticas no serán tan severas a la de años anteriores, explicaron los especialistas.
Senamhi indicó que los reportes se emitirán de manera constante para que las autoridades tomen acciones preventivas.
Vacunas a domicilio en Arequipa
De los 252 establecimientos de salud que hay en Arequipa, la Gerencia de Salud dio prioridad a 95 que se localizan en zonas sensibles. El director de Epidemiología, Jorge Velarde, manifestó que se fortalecerán los servicios de salud con diagnóstico clínico y vacunas, además de dotarlos con más medicamentos. “Es necesario reforzar el primer nivel de atención y algunos centros para las emergencias”, enfatizó.
El sector busca inmunizar a 150 mil personas, entre niños, gestantes y adultos mayores. Se ha previsto vacunar contra la influenza a más de 44 mil niños y 70 mil adultos. Mientras que para el neumococo se han destinado dosis para 44 mil personas mayores. Velarde indicó que los establecimientos de salud tienen el stock de vacunas suficientes para la población.
La Gerencia de Salud también ha previsto que las vacunas serán programadas con anticipación para que el personal de salud acuda a inmunizar a los domicilios. Se habilitó la plataforma virtual “Programa tu vacuna” para que las personas se inscriban para recibir las dosis.
Pruebas Covid-19 a docentes
Por su parte, la Gerencia de Educación ha previsto que se tomen muestras de descarte de Covid-19 a los docentes que salen a las provincias a dictar clases. La gerenta de Educación, Margarita Monzón, indicó que los profesores itinerantes pasarán por las pruebas antes de salir de viaje.
La funcionaria indicó que 11 mil 957 estudiantes no tenían acceso al programa Aprendo en Casa del Ministerio de Educación. Esta cifra era mucho mayor, pero logró reducirse, agregó Monzón. Por esa razón, se coordinó para que los docentes se trasladen a estas zonas donde no llega la televisión o la radio. Por su parte, el gobernador Elmer Cáceres Llica puso a consideración del sector facilidades para enviar a los docentes con implementos de protección personal y se coordine con los municipios.
De otro lado, la Oficina Regional de Defensa Nacional y Defensa Civil ha programado entregar kits de alimentos, además de implementos de seguridad para la gente que habita en estas zonas de alto riesgo.
A nuestra ciudad llegaron miles de ciudadanos venezolanos, en busca de un futuro mejor para sus familias. Dejaron la tierra donde nacieron por circunstancias políticas internas y han pasado mil penurias para establecerse en otros cientos de ciudades de Sudamérica. Pero con la llegada de la epidemia, lo poco que habían logrado conseguir, se acabó.
Esta es la historia de Maileth Betancourt una madre venezolana de 28 años que reside en Arequipa hace 2 años. Está desesperada porque la señora que le arrendó la habitación donde habita con sus dos niños y su esposo, exige los 350 soles de alquiler. Se las ingeniaba vendiendo unos postres que hacía otra compatriota suya a través de pedidos por WhatsApp.
Maileth tiene dos hijos y se ha quedado sin mercadería para vender. Foto: El Búho
«Ayer hice 40 soles. Las tortas las hace una venezolana y me las puso a 1.50 para que yo la venda a 2.50. Le dije que iba a regresar al día siguiente por las que faltaban repartir. Hoy me dice que esas tortas se las llevó su esposo y ahora me he quedado sin nada y no sé qué hacer»
Sin productos que vender y con la deuda encima, Maileth siente su mundo venirse abajo. Todos los días, camina desde Israel (Paucarpata) hasta San Camilo para recoger dos almuerzos que se les entrega como apoyo humanitario. Ella va de la mano con su pequeño de tan solo 4 años y su otro niño de 10, ambos estudiaban y ahora solo se limitan a ver el programa «Yo aprendo en casa». Menciona que antes de la pandemia ella trabajaba en un restaurante, junto a su esposo. Recaudaban lo justo para el alquiler y su alimentación.
Ahora, esta familia corre el riesgo de quedarse literalmente en la calle, si no encuentra pronto la manera de pagar el alquiler. Maileth dejó su número para quienes deseen apoyarla 978 492 845.
Migración por medicinas
Joan Salguedas tiene dos años viviendo en Perú. Llegó en el 2018 y es un militar retirado. Tuvo un ingreso fijo durante todos sus años de servicio ya que los militares en Venezuela están entre los mejores pagados. Además, Joan también tenía un negocio propio. Cuesta creer que teniendo un ingreso estable y acomodado, ahora se encuentre vendiendo por las calles de Miguel Grau de Paucarpata, zanahoria y rocotos a un sol. Pero es completamente comprensible saber que su decisión se debió a una sola razón: salvar la vida de su esposa
Joan utiliza el coche de su niña para colocar los productos que vende a hurtadillas.
«Mi esposa tuvo una fuerte infección cuando se encontraba embarazada. Allá, por la situación en ese entonces, no había medicinas. Además, los medicamentos que mi esposa necesitaba no estaban disponibles en el país, por eso me vine a Perú»
Pudo salvar la vida de su esposa y la de su niña. Su pequeña tiene dos años en este momento y es peruana. Joan cuenta que, antes de la pandemia, había encontrado un ingreso fijo trabajando de taxista. Con esto, y algunos trabajos que su esposa realizaba esporádicamente, lograban juntar lo necesario para vivir en el país. Pero el coronavirus lo obligó a él, a su esposa y a su niña, a caminar a diario por las calles ofreciendo a viva voz las verduras que vende. Vive con el temor de contagiarse, pero teme más que su niña no tenga qué comer al día siguiente.
Por el mismo motivo, se vinieron a Perú Keive Morgado y José Romero, dos venezolanos que ahora se dedican a vender aceitunas de Yauca, a 3 soles el medio kilo, en los alrededores de la Feria el Altiplano. Ambos ni se conocían, y ahora por la pandemia, trabajan juntos. Keive casi finalizaba su carrera de ingeniería mecánica. Pero la crisis y la falta de medicinas lo obligó a viajar a Perú para que su esposa pueda tener un parto digno.
Keive y José venden aceitunas en su triciclo en la feria el Altiplano. Foto El Búho
Keive se encontraba laborando en una empresa de transporte urbano, mientras que José se ganaba la vida de manera ambulante. A pesar de que el dinero que ganaban no era lo suficiente, por lo menos les alcanzaba para pagar el alquiler y el alimento del día.
Reinventarse para sobrevivir
Raimani junto a su primo venden salchipapas y pollo broaster por delivery. Es cierto que para realizar esta actividad se debería contar con los permisos necesarios y demostrar que el restaurante cumple con todos los protocolos de seguridad; sin embargo, decenas de negocios han comenzado a operar. Estos dos venezolanos aseguran que tienen mucho cuidado al manipular los alimentos.
Raimani y sus primos venden salchipapas por delivery. Foto: El Búho
«En este tiempo de pandemia nos hemos tenido que adaptar poco a poco, ya que la situación no ha sido fácil para nosotros. Al principio estábamos acatando lo que dijo el presidente, pero ya llegó un momento que no teníamos con qué seguir sobreviviendo»
Raimani es mamá y vive con sus tres primos. Ya tiene cerca de dos años en Perú, pues estuvo entre los primeros grupos de migrantes que arribaron al país. Allá en Venezuela, ella también tenía un ingreso fijo como técnica superior en relaciones industriales. Aquí, empezó a trabajar con su pequeño carro de salchipapas, hasta la llegada de la epidemia.
Gracias a sus ahorros esta familia aguantó unas semanas sin salir de casa. Algunas iglesias incluso les han repartido canastas de alimentos para que puedan subsistir. Felizmente, la familia que se quedó en su país tiene un apoyo del estado y su situación no es tan dura como la de ellos; sin embargo ya es muy tarde para regresar.
Eduardo y su hermano, venezolanos que venden pasteles por las calles de Miguel Grau. Foto: El Búho
«Sigo con la fe de volver a trabajar cuando todo esto pase»
Mientras ellos preparan estos fiambres tan consumidos por los peruanos, hay quienes han optado por la pastelería; Eduardo de 25 años es cocinero y en sus manos lleva una bandeja de pasteles que vende a un sol.
Diariamente Eduardo utiliza su habilidad en la cocina para arreglárselas. Entiende que la situacion no es fácil para nadie, pero es optimista y confía en que él y su hermano podrán recuperar sus empleos y entonces, puedan recuperarse económicamente.
Arriesgar la vida para vivir
Estos empleos precarios y autogestionados, ponen en riesgo sus vidas, por el constante peligro del contagio. Ellos lo saben, pero coinciden en que antes de tener algo que comer, deben tener lo suficiente para pagar el alquiler del cuarto donde viven. Quedarse en la calle es algo que temen más que la enfermedad. También son conscientes que el ahorro es tan importante como comer. Sin embargo, la generosidad que muestran al compartir entre ellos lo poco que ganan para dar a quien no tiene, es digno de resaltar.
«Si no nos mata el coronavirus, nos matará el hambre»
Otros venezolanos, que no han encontrado una alternativa para trabajar, también salen a las calles a pedir ayuda, pero son los menos. Antes, muchos tenían el oficio de «jaladores» de turistas hacia los restaurantes de la plaza de armas, por una propina por cada cliente que conseguían. Otro tanto trabajaba en salones de belleza o Spas, que ahora están cerrados. En Lima muchos venezolanos encontraron una oportunidad trabajando para las funerarias o crematorios, arriesgando su vida, pero en Arequipa, la Unidad de Recojo de Cadáveres, solo contrató personal local.
El reto de sobrevivir, es el mismo para toda la humanidad, pero las condiciones es que se hace, no son iguales para todos. Los venezolanos han entendido que, sin la solidaridad entre ellos, puede que no lo logren. ¿Lo habremos entendido nosotros?
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El estado de emergencia ha invisibilizado graves problemas que seguimos arrastrando durante años. La violencia contra la mujer no es la excepcion y durante la emergencia sanitaria la situación se ha agravado.
El último informe de la Defensoría del Pueblo apunta a un preocupante incremento de reportes policiales sobre mujeres desaparecidas. Estas desapariciones no han discriminado entre mujeres adultas, jóvenes, adolescentes o niñas.
Fotografía: Aizar Raldes / AFP
Tan solo en mayo, 76 mujeres adultas fueron reportadas como desaparecidas. Esto es, 18 más que el mes pasado (un aumento del 31%). A su vez, 207 menores de edad han desaparecido, de las cuales 158 son niñas y adolescentes (76%). Esta cifra de mujeres refleja un aumento de más de 40% respecto a abril, cuando la cifra fue de 112.
Arequipa, por su parte, ha incrementado en mayo la cifra de niñas y/o adolescentes desaparecidas hasta 15, 5 veces más que las que se reportó en abril, cuando se registraron 3 denuncias. La cifra global en todo el país, desde que empezó la emergencia por la pandemia, hace más de 80 días, es de 557 mujeres desaparecidas.
¿Dónde están?
La Defensoría del Pueblo ha manifestado la urgencia de habilitar más redes de ayuda para las familias que han perdido el rastro de una de sus miembros. Han propuesto la creación de la línea 114 para denunciar los hechos de violencia de forma oportuna, mantener una comunicación fluida con los familiares y así evitar cualquier peligro de contagio de la Covid-19.
También han pedido implementar un adecuado Registro de Personas Desaparecidas y urge que la PNP aplique inmediatamente el D.L. 1428. Este permite realizar diligencias especiales, como los procedimientos de localización y geolocalización, para dar con la ubicación de la mujer desaparecida y ponerla a buen recaudo, antes de que sea tarde.
La desaparición de una mujer desaparecida no es considerada como un acto de violencia de género por nuestra actual legislación. Según especialistas, hace falta insitir en que la legislación lo considere como tal para que la desaparición sea incluida en el desarrollo de políticas públicas enfocadas en prevenir, atender y sancionar estos casos.
La ONG Mujeres Desaparecidas PERÚ apoya esta labor a través de sus constantes publicaciones en redes. Asimismo, insisten en que estas desapariciones no queden como una cifra más en un papel.
En mayo han muerto 9 mujeres. Y 4 casi han perdido la vida, por tentativas de asesinato. En estos casos fueron por la intervención de terceros (familiares, amigos), mas no por una la intervención de la Policía Nacional.
Esto se debió a la priorización de tareas de la PNP por el Estado de Emergencia el cual, a su vez, ha confinado a las mujeres en sus hogares, en algunos casos, conviviendo con su agresor. Eso las coloca en una situación de vulnerabilidad mayor frente a formas de violencia que pueden desencadenar en feminicidio.
Por tanto, los especialistas recomiendan al Ministerio de la Mujer, medidas rápidas y eficaces para evitar que estas cifras continuén creciendo.
Si eres víctima de violencia llama a la línea 100 o al Ministerio del Interior llamando al teléfono 1818 opción 3.
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A nuestra ciudad llegaron miles de ciudadanos venezolanos, en busca de un futuro mejor para sus familias. Dejaron la tierra donde nacieron por circunstancias políticas internas y han pasado mil penurias para establecerse en otros cientos de ciudades de Sudamérica. Pero con la llegada de la epidemia, lo poco que habían logrado conseguir, se acabó.
Esta es la historia de Maileth Betancourt una madre venezolana de 28 años que reside en Arequipa hace 2 años. Está desesperada porque la señora que le arrendó la habitación donde habita con sus dos niños y su esposo, exige los 350 soles de alquiler. Se las ingeniaba vendiendo unos postres que hacía otra compatriota suya a través de pedidos por WhatsApp.
Maileth tiene dos hijos y se ha quedado sin mercadería para vender. Foto: El Búho
«Ayer hice 40 soles. Las tortas las hace una venezolana y me las puso a 1.50 para que yo la venda a 2.50. Le dije que iba a regresar al día siguiente por las que faltaban repartir. Hoy me dice que esas tortas se las llevó su esposo y ahora me he quedado sin nada y no sé qué hacer»
Sin productos que vender y con la deuda encima, Maileth siente su mundo venirse abajo. Todos los días, camina desde Israel (Paucarpata) hasta San Camilo para recoger dos almuerzos que se les entrega como apoyo humanitario. Ella va de la mano con su pequeño de tan solo 4 años y su otro niño de 10, ambos estudiaban y ahora solo se limitan a ver el programa «Yo aprendo en casa». Menciona que antes de la pandemia ella trabajaba en un restaurante, junto a su esposo. Recaudaban lo justo para el alquiler y su alimentación.
Ahora, esta familia corre el riesgo de quedarse literalmente en la calle, si no encuentra pronto la manera de pagar el alquiler. Maileth dejó su número para quienes deseen apoyarla 978 492 845.
Migración por medicinas
Joan Salguedas tiene dos años viviendo en Perú. Llegó en el 2018 y es un militar retirado. Tuvo un ingreso fijo durante todos sus años de servicio ya que los militares en Venezuela están entre los mejores pagados. Además, Joan también tenía un negocio propio. Cuesta creer que teniendo un ingreso estable y acomodado, ahora se encuentre vendiendo por las calles de Miguel Grau de Paucarpata, zanahoria y rocotos a un sol. Pero es completamente comprensible saber que su decisión se debió a una sola razón: salvar la vida de su esposa
Joan utiliza el coche de su niña para colocar los productos que vende a hurtadillas.
«Mi esposa tuvo una fuerte infección cuando se encontraba embarazada. Allá, por la situación en ese entonces, no había medicinas. Además, los medicamentos que mi esposa necesitaba no estaban disponibles en el país, por eso me vine a Perú»
Pudo salvar la vida de su esposa y la de su niña. Su pequeña tiene dos años en este momento y es peruana. Joan cuenta que, antes de la pandemia, había encontrado un ingreso fijo trabajando de taxista. Con esto, y algunos trabajos que su esposa realizaba esporádicamente, lograban juntar lo necesario para vivir en el país. Pero el coronavirus lo obligó a él, a su esposa y a su niña, a caminar a diario por las calles ofreciendo a viva voz las verduras que vende. Vive con el temor de contagiarse, pero teme más que su niña no tenga qué comer al día siguiente.
Por el mismo motivo, se vinieron a Perú Keive Morgado y José Romero, dos venezolanos que ahora se dedican a vender aceitunas de Yauca, a 3 soles el medio kilo, en los alrededores de la Feria el Altiplano. Ambos ni se conocían, y ahora por la pandemia, trabajan juntos. Keive casi finalizaba su carrera de ingeniería mecánica. Pero la crisis y la falta de medicinas lo obligó a viajar a Perú para que su esposa pueda tener un parto digno.
Keive y José venden aceitunas en su triciclo en la feria el Altiplano. Foto El Búho
Keive se encontraba laborando en una empresa de transporte urbano, mientras que José se ganaba la vida de manera ambulante. A pesar de que el dinero que ganaban no era lo suficiente, por lo menos les alcanzaba para pagar el alquiler y el alimento del día.
Reinventarse para sobrevivir
Raimani junto a su primo venden salchipapas y pollo broaster por delivery. Es cierto que para realizar esta actividad se debería contar con los permisos necesarios y demostrar que el restaurante cumple con todos los protocolos de seguridad; sin embargo, decenas de negocios han comenzado a operar. Estos dos venezolanos aseguran que tienen mucho cuidado al manipular los alimentos.
Raimani y sus primos venden salchipapas por delivery. Foto: El Búho
«En este tiempo de pandemia nos hemos tenido que adaptar poco a poco, ya que la situación no ha sido fácil para nosotros. Al principio estábamos acatando lo que dijo el presidente, pero ya llegó un momento que no teníamos con qué seguir sobreviviendo»
Raimani es mamá y vive con sus tres primos. Ya tiene cerca de dos años en Perú, pues estuvo entre los primeros grupos de migrantes que arribaron al país. Allá en Venezuela, ella también tenía un ingreso fijo como técnica superior en relaciones industriales. Aquí, empezó a trabajar con su pequeño carro de salchipapas, hasta la llegada de la epidemia.
Gracias a sus ahorros esta familia aguantó unas semanas sin salir de casa. Algunas iglesias incluso les han repartido canastas de alimentos para que puedan subsistir. Felizmente, la familia que se quedó en su país tiene un apoyo del estado y su situación no es tan dura como la de ellos; sin embargo ya es muy tarde para regresar.
Eduardo y su hermano, venezolanos que venden pasteles por las calles de Miguel Grau. Foto: El Búho
«Sigo con la fe de volver a trabajar cuando todo esto pase»
Mientras ellos preparan estos fiambres tan consumidos por los peruanos, hay quienes han optado por la pastelería; Eduardo de 25 años es cocinero y en sus manos lleva una bandeja de pasteles que vende a un sol.
Diariamente Eduardo utiliza su habilidad en la cocina para arreglárselas. Entiende que la situacion no es fácil para nadie, pero es optimista y confía en que él y su hermano podrán recuperar sus empleos y entonces, puedan recuperarse económicamente.
Arriesgar la vida para vivir
Estos empleos precarios y autogestionados, ponen en riesgo sus vidas, por el constante peligro del contagio. Ellos lo saben, pero coinciden en que antes de tener algo que comer, deben tener lo suficiente para pagar el alquiler del cuarto donde viven. Quedarse en la calle es algo que temen más que la enfermedad. También son conscientes que el ahorro es tan importante como comer. Sin embargo, la generosidad que muestran al compartir entre ellos lo poco que ganan para dar a quien no tiene, es digno de resaltar.
«Si no nos mata el coronavirus, nos matará el hambre»
Otros venezolanos, que no han encontrado una alternativa para trabajar, también salen a las calles a pedir ayuda, pero son los menos. Antes, muchos tenían el oficio de «jaladores» de turistas hacia los restaurantes de la plaza de armas, por una propina por cada cliente que conseguían. Otro tanto trabajaba en salones de belleza o Spas, que ahora están cerrados. En Lima muchos venezolanos encontraron una oportunidad trabajando para las funerarias o crematorios, arriesgando su vida, pero en Arequipa, la Unidad de Recojo de Cadáveres, solo contrató personal local.
El reto de sobrevivir, es el mismo para toda la humanidad, pero las condiciones es que se hace, no son iguales para todos. Los venezolanos han entendido que, sin la solidaridad entre ellos, puede que no lo logren. ¿Lo habremos entendido nosotros?
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-KEIKO Y LOS “MAMANIVIDEOS”. Keiko Fujimori digitó la difusión de los ‘Mamanivideos’ que terminó con la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a la presidencia de la República y la implicación de su hermano Kenji en el caso. Ella tuvo conocimiento de los audios y videos que grabó el excongresista fujimorista Moisés Mamani, antes que estos fueron hechos públicos, según asegurarón testigos.
-¿DONDE ESTÁN? Durante esta cuarentena se ha denunciado 557 desapariciones de mujeres. Eso quiere decir que aproximadamente una mujer desaparecía cada 3 horas. Segun el último informe de la Defensoría del Pueblo, tan solo en mayo se ha denunciado la desaparicion de 76 mujeres adultas y 207 mujeres menores de edad.
-DESAPROBADOS. El 77.6 % de la población encuestada en Arequipa calificó entre mala y muy mala la gestión del gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres Llica. El alcalde Omar Candia, tiene solo el 32,2 % de aceptación que calificó su gestión como buena o muy buena, en tanto que el 58,3 % percibe la gestión local como mala o muy mala, según el Inei.
-PRUEBAS MOLECULARES MARCA PERÚ. Víctor Zamora dio a conocer que la prueba molecular para descartar coronavirus hecha en el Perú estaría lista en 30 días. Gracias a esto, el país podrá independizarse de proveedores extranjeros. Así se podrá dejar de usar a nivel nacional la prueba serológica que tiene alto índice de error.
Ante la proximidad del invierno, urgen estrategias para enfrentar este año las heladas, al mismo tiempo que el Covid-19 en Arequipa. En medio de un escenario de pandemia, lo que se busca es controlar los contagios y a la vez disminuir las otras enfermedades respiratorias, señalan las autoridades.
Para ello, se ha incidido en la difusión de las vacunas contra la influenza y el neumococo. El gobernador Elmer Cáceres Llica, quien se reunió este martes con los integrantes de la plataforma de Defensa Civil, pidió que la inmunización comience en las zonas de mayor vulnerabilidad y que aún no tienen casos de Covid-19. Los niños menores de 5 años y adultos mayores serán el grupo prioritario.
Como parte de las estrategias, el Gobierno Regional de Arequipa asignó 800 mil soles para la compra de vestuario contra el frío, frazadas y otros materiales de abrigo. Las otras entidades involucradas como el Ministerio de Vivienda, Agricultura y programas sectoriales dispusieron recursos para afrontar las heladas.
Un invierno menos severo
A raíz del coronavirus, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) se ha visto obligado a disminuir su labor técnica ante el escaso personal en campo. El jefe regional Guillermo Gutiérrez indicó que la toma y recolección de datos no se efectuó de manera constante por las restricciones de tránsito. A eso se sumaron, hechos de robo y vandalismo en las estaciones de monitoreo, por lo que pidieron apoyo para que estas estaciones vuelvan a operar en su totalidad.
A pesar de la situación, Senamhi emitió pronósticos para esta temporada de invierno. La provincia de Arequipa podría experimentar descenso de temperatura hasta -19°C durante julio. Además, las provincias que se ubican por encima de los 3800 metros sobre el mar permanecerán con temperaturas por debajo de cero. Empero, las condiciones climáticas no serán tan severas a la de años anteriores, explicaron los especialistas.
Senamhi indicó que los reportes se emitirán de manera constante para que las autoridades tomen acciones preventivas.
Vacunas a domicilio en Arequipa
De los 252 establecimientos de salud que hay en Arequipa, la Gerencia de Salud dio prioridad a 95 que se localizan en zonas sensibles. El director de Epidemiología, Jorge Velarde, manifestó que se fortalecerán los servicios de salud con diagnóstico clínico y vacunas, además de dotarlos con más medicamentos. “Es necesario reforzar el primer nivel de atención y algunos centros para las emergencias”, enfatizó.
El sector busca inmunizar a 150 mil personas, entre niños, gestantes y adultos mayores. Se ha previsto vacunar contra la influenza a más de 44 mil niños y 70 mil adultos. Mientras que para el neumococo se han destinado dosis para 44 mil personas mayores. Velarde indicó que los establecimientos de salud tienen el stock de vacunas suficientes para la población.
La Gerencia de Salud también ha previsto que las vacunas serán programadas con anticipación para que el personal de salud acuda a inmunizar a los domicilios. Se habilitó la plataforma virtual “Programa tu vacuna” para que las personas se inscriban para recibir las dosis.
Pruebas Covid-19 a docentes
Por su parte, la Gerencia de Educación ha previsto que se tomen muestras de descarte de Covid-19 a los docentes que salen a las provincias a dictar clases. La gerenta de Educación, Margarita Monzón, indicó que los profesores itinerantes pasarán por las pruebas antes de salir de viaje.
La funcionaria indicó que 11 mil 957 estudiantes no tenían acceso al programa Aprendo en Casa del Ministerio de Educación. Esta cifra era mucho mayor, pero logró reducirse, agregó Monzón. Por esa razón, se coordinó para que los docentes se trasladen a estas zonas donde no llega la televisión o la radio. Por su parte, el gobernador Elmer Cáceres Llica puso a consideración del sector facilidades para enviar a los docentes con implementos de protección personal y se coordine con los municipios.
De otro lado, la Oficina Regional de Defensa Nacional y Defensa Civil ha programado entregar kits de alimentos, además de implementos de seguridad para la gente que habita en estas zonas de alto riesgo.
Las últimas declaraciones del expresidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP), Roque Benavides, han exacerbado los ánimos en Islay. Benavides minimizó la resistencia de los agricultores de Islay (Arequipa), contra el proyecto cuprífero Tía María.
Si la estrategia de la empresa Southern Perú fue exponer que el proyecto minero es una alternativa real para reactivar la economía en Arequipa, estas declaraciones parecen haber generado un efecto adverso. La alusión de Benavides fue directamente al distrito de Cocachacra (Islay), donde se encuentra el Valle de Tambo.
“Hoy día, Cocachacra no puede ser impedimento para que se desarrolle Tía María, que abarque Quellaveco, que abarque todos los proyectos mineros de Cajamarca y Lambayeque (…) Hay que sacar adelante los proyectos lo más rápido posible”
Expresidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP), Roque Benavides
Las declaraciones de Benavides apelan a las proyecciones económicas para este año, frente al inminente desplome del Producto Bruto Interno (PBI), consecuencia de la paralización del país por la pandemia. Las estimaciones apuntan a una caída del 15% al 16% del PBI nacional durante el 2020, según Benavides.
Reacciones desde Islay sobre Tía María
Pero para el alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo, esta no es más que otra estrategia de Southern Perú, para buscar imponer el proyecto minero en el valle. Incluso aprovechándose de la actual coyuntura económica adversa, consecuencia de las restriccionessociales dictadas por el Ejecutivo.
Como aludido directo, la autoridad edil de Cocachacra, expuso su indignación aclarando que toda la población está a favor de la agricultura. Cornejo dijo que cuando hablan de la población que dicen apoyar la minería, se trata de los mismos trabajadores de la minera.
“Ellos confunden a gente que le están pagando, que tiene gente acá que está trabajando, que son pocos, y que están consiguiendo firmas a través de engaños. Ellos confunden que la gente está de acuerdo (…) Están tratando de darle vuelta a la verdad, en vez de decir que son muy poquitos, ya casi nadie. Están dándole la vuelta”
Alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo
Congresista Hipólito Chaiña y el dirigente del Valle de Tambo, Miguel Meza Igme
Dirigente y congresista advierten estrategia para Tía María
El dirigente del Valle de Tambo, Miguel Meza Igme, también coincidió que Southern está en campaña para concretar el inicio de actividades en Tía María, apoyándose en la necesidad de los pobladores por las consecuencias del aislamiento social.
“La intención de la empresa minera Southern es aprovechar esta pandemia, para exigir en la reactivación económica (operar diciendo), que Tía María va a salvar a nuestro país (…) Definitivamente hay una campaña de querer aprovechar esta crisis de la empresa minera Southern, nosotros no lo vamos a permitir”
Dirigente del Valle de Tambo, Miguel Meza Igme
Meza Igme puso como ejemplo que el lunes la empresa minera intentó entregar bolsas de víveres con el logo de Southern. El dirigente calificó el acto como una provocación, ya que incluso la entrega se realizaba con la grabación en video de las donaciones, exponiendo la intencionalidad del «regalo», que no era un acto desinteresado, explica.
Para el congresista de la República, Hipólito Chaiña, la lectura de los últimos pronunciamientos a favor de Tía María es clara: responden a una campaña para forzar el inicio de la minera.
“Esto no es gratuito, en el sentido de que se quiere forzar de alguna manera el inicio de las obras de Tía María, y eso el pueblo lo sabe (…) Se quieren aprovechar de este estado de emergencia para dar viabilidad, sin tener las condiciones necesarias, sin haber obtenido la licencia social”
Congresista de la República por Arequipa, Hipólito Chaiña
El alcalde provincial de Arequipa, Omar Candia, no genera confianza al alcalde de Cocachacra, ni al dirigente del Valle de Tambo. Su posición, indican ellos, está ladeada hacia la empresa minera, sin exponer el apoyo a la lucha que vienen manteniendo durante más de una década los agricultores del Valle de Tambo.
“La intención de buscar aliados de la empresa Southern, en la CONFIEP, incluyendo el alcalde provincial de Arequipa, que también ha señalado, parece ya, su cariño a Tía María”
Dirigente del Valle de Tambo, Miguel Meza Igme
Omar Candia, efectivamente, se ha pronunciado a favor de facilitar las inversiones, como una forma de paliar la dura recesión que se viene. Por eso, el alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo, fue más directo y duro con la posición del burgomaestre.
“Si yo no conozco bien un lugar, yo no tendría esa capacidad de opinar porque no lo conozco. Y el señor (Omar Candia) no conoce bien el Valle de Tambo y él está opinando, que quiere decir entonces, que le están pagando para que hable (…) Por lo menos, yo me doy cuenta que a ese señor le está pagando la mina, para que hable a favor de la empresa”
Alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo
El burgomaestre de Cocachacra exigió que Candia visite el Valle de Tambo, antes de opinar sobre la lucha que vienen manteniendo los agricultores.
“No tiene esa valentía de venir al Valle de Tambo, a pasear por los campos, conversar con los pobladores (…) No estoy de acuerdo que esté hablando esas cosas que de repente él no conoce bien”
Alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo
Rentabilidad de la agricultura
Julio Cornejo aclaró que la rentabilidad de la agricultura en el Valle de Tambo ha quedado demostrada en este tiempo de necesidad. Explicó que el 100% de las tierras agrícolas están en plena producción.
A modo de ejemplo, explicó que en el caso de la papa, hay 2 mil 500 hectáreas, produciendo 30 mil kilos por hectárea. Igualmente, en el caso del ajo, hay aproximadamente 2 mil hectáreas sembradas. Por cada hectárea se producen 10 mil kilos de ajo.
Con estos dos productos bandera de Islay, el alcalde distrital expone que la producción agrícola está en su mejor momento. Además, que estas tierras abastecen a mercados de la Macroregión Sur y que se está exportando a otros países: la papa a Bolivia, y el ajo a Brasil.
El parlamentario Chaiña, por su parte, recalcó que la agricultura ha aportado más beneficios en estas difíciles semanas del confinamiento social, para el abastecimiento de alimentos de primera necesidad. Situación que no habría ocurrido con la minería.
“No hemos gozado absolutamente nada de la minería, por el contrario, la minería ha seguido trabajando (durante el estado de emergencia), ha seguido depredando el medio ambiente”
Las maniobras denunciadas para iniciar las obras del proyecto cuprífero han generado también la disposición de la población de Cocachacra de reiniciar las protestas. La desinfección de calles, por ejemplo, a través de grandes camiones que llevan el logotipo de Southern, fue rechazada en Cocachacra. Luego se supo que la OMS no recomendaba esa práctica por su inocuidad frente al virus y su potencial daño a la salud. No obstante, la minera continuó con esa labor que sí fue bien recibida en Arequipa.
La tensión continúa, pese a los pronunciamientos explícitos del presidente Martin Vizcarra y del premier Vicente Zevallos en Arequipa, reafirmando que este proyecto continuará suspendido, hasta resolver el conflicto social.
Estas son las historias de cuatro trabajadores cuyas labores se reafirmaron como esenciales en el contexto de pandemia. Por eso, ellos se enfrentan al coronavirus, exponiendo cotidianamente sus vidas para salvar las nuestras. Con sus propias voces, nos cuentan cómo la enfermedad ha modificado su rutina diaria y los sentimientos que les genera estar en la primera línea de esta batalla, dando cara al enemigo.
El agente Germán: «es un dilema combatir el coronavirus»
Como a muchos policías, a Germán le tocó prestar servicio en las calles controlando que el resto de ciudadanos acate la cuarentena. Iba a los puntos calientes, como son considerados los mercados, también patrullaba las calles y participaba de operativos con los militares.
German es un sobrenombre. Por razones institucionales, pidió reservar su identidad. Es un joven policía arequipeño que presta servicio en la región más afectada por la pandemia: Lima, donde el virus ha infectado a más de 116 mil casos y ha matado a más de 2 mil personas. Llegó hace casi un año para prestar apoyo en los Juegos Panamericanos que se desarrollaron entre julio y agosto. Antes de que pudiera retornar a la casa de sus padres, el Gobierno impuso la cuarentena y, sin más opción, permaneció sirviendo a su patria.
“Al principio salíamos cada uno en distintos puestos, en apoyo a La Marina. Yo tengo sistema para ver si estaba una persona autorizada para transitar, si tenía requisitoria o no. A muchos militares les mostraban cualquier papel impreso y les dejaba pasar, pero cuando me tocaba yo constataba en el sistema si tal vehículo tenía autorización. En efecto, se constató que muchos vehículos no tenían autorizaciones o las personas no cumplían con las excepciones. Estaban sin mascarillas, sin DNI, sin pase de tránsito, ya pe’ caballeros, tenía que llevarlo a la comisaria, para que le den su papeleta, eso es lo que hacíamos”.
El trabajo de Germán no era fácil, había ocasiones en que la realidad lo impactaba. Cuando salía de noche, se topaba con una que otra persona en la calle. “Cuando hacía patrullaje a las 10 de la noche y se supone nadie debería estar en la calle, veíamos a personas que salían de los hospitales. Eran familiares de algún enfermo de coronavirus que salía a buscar a las calles las medicinas, veíamos a personas llorando, pidiéndonos ayuda para encontrar las medicinas, los subíamos a la camioneta y lo llevábamos a recorrer las farmacias”.
Cuando se decretó la cuarentena, se esperaba que la población permaneciera en sus casas para detener los contagios. Sin embargo, muchos salían de casa para subsistir ya que vivían del día a día. Aunque, otro número lo hacía sin ninguna justificación razonable. A Germán le frustraba ver a jóvenes que merodeaban en las calles o adultos mayores que salían a sus puertas sin mascarillas y se ponían a conversar. “Es un dilema aquí combatir el coronavirus”, se resigna a decir.
Foto Referencial
Conforme las semanas pasaban, la población policial también se contagiaba de la covid.19. En la comisaría de Breña, donde fue destacado, cuatro policías fueron detectados con el virus, entre ellos un general. Él se preocupó, pero aún más su familia que constantemente lo llamaba preguntando por su salud. Espera reunirse con ellos pronto una vez que se levanten las restricciones.
Convivir con esta nueva normalidad ha sido para Germán todo un aprendizaje. Reconoce el ingenio que tienen muchos peruanos para adaptarse a las adversidades. Cuando sale a patrullar, ve a personas vendiendo las mascarillas que ellos mismos confeccionan, negocios que han cambiado de rubro para afrontar la crisis. “El que no corre, vuela. Eso es lo bueno del peruano”, acota.
Laiza Mercado, médico intensivista: «afrontamos la dificultad de dar malas noticias»
La historia de Laiza Mercado, médico intensivista en el hospital Covid Honorio Delgado fue recabada antes de que la UCI comenzara a saturarse de pacientes. Ella tomó una pausa en sus actividades para conversar con El Búho y contarnos cómo la enfermedad ha impactado en estos servicios médicos.
Lleva más de 2 años como médico intensivista asistente en UCI y 5 años como residente. Es la primera vez que se enfrenta, en primera línea, a un virus tan severo y contagioso como el coronavirus. Según sus colegas de mayor experiencia, cuando se presentaron casos de H1N1, en el 2000, la situación no puede compararse con la actual.
Desde que la pandemia se instaló en los hospitales, el personal médico tuvo que adecuar su estilo de vida y adoptar mejores medidas de protección. “El equipo de protección es bastante molestoso, más para enfermería. Cada cierto tiempo te empieza a doler la nariz, la cara, no sientes la vista, te molestan los lentes”, nos cuenta. Aunque, el temor es una variable constante, los médicos tratan de apaciguarlo de diferentes formas, cuenta Laiza. Para controlar el estrés y el temor, los médicos y el resto del personal se dan ánimos mutuamente y de diferentes maneras, como por ejemplo ver videos entre colegas.
Los pacientes que son atendidos en UCI son en su mayoría personas adultas que llegan con dificultades para respirar o tienen ya afectado un órgano. Las probabilidades de supervivencia se reducen si no reaccionan positivamente al tratamiento. A veces, llega a suceder lo peor y, entonces, la mayor dificultad que atraviesa un médico es dar la mala noticia a los familiares, dice Laiza.
“Nos preocupamos cuando un paciente fallece y afrontamos esa dificultad de dar las malas noticias a los familiares. Pero nos emocionamos cuando un paciente sale, nos alegramos porque sabemos que ha sobrevivido, a pesar que tenía el 90% de probabilidades de fallecer”, señala.
La médico Laiza Mercado presta servicio en el área UCI Covid del hospital Honorio Delgado: Foto: El Búho
En medio de esta pandemia, le causa asombro el esfuerzo de muchos familiares que hacen hasta lo imposible por conseguir los insumos, que a veces el hospital no puede ofrecer.
“Sabemos que hay insumos que no hay en farmacia y sabemos que ellos, a pesar de las limitaciones, a pesar de tener escasos recursos, se esfuerzan por conseguirlo. Se preocupan por conseguir esas recetas, pagar los exámenes que el hospital no hace, entonces se entiende esa situación que no es fácil. Ellos han dejado de trabajar, no tienen ingresos, pero a pesar de eso no pierden las esperanzas”.
Según estadísticas nacionales, el 50% de los pacientes que ingresa a UCI llega a sobrevivir. La mortalidad en estos servicios siempre fue alta y en esta situación, los resultados no hacen mucha diferencia. Laiza Mercado señala que antes de la pandemia, el hospital siempre tuvo un déficit de camas UCI, por lo que los médicos se veían obligados a tomar la difícil decisión de elegir cuál paciente tenía más probabilidades de sobrevivir. “En este hospital siempre ha habido pocas camas para pacientes UCI y siempre se ha tomado ese tipo de decisiones”, agrega.
Su familia ha sido su mayor apoyo, dice Laiza. Ellos se preocupan por su bienestar y el de su hermano que también es médico en el mismo hospital, pero trabaja en otra área diferente. Sus amigos también le han expresado su afecto y le dan mucho ánimo. Ella espera que una vez acabe la emergencia por la pandemia, puedan reunirse nuevamente y compartir juntos. “Yo sé, me falta mucho por aprender, pero doy todo de mí. Mi mamá dice que todos nosotros somos instrumentos y la última palabra lo tiene siempre el de arriba, él decide”, acota.
Gloria, comerciante: «Queremos que mejore esta situación»
Salir a trabajar en plena cuarentena, le costó al principio a Gloria Cruz. Pero las deudas del banco y la necesidad de alimentar a su familia la convencieron de no cerrar su puesto y continuar con su trabajo como vendedora de pollo. En el mercado de 15 de Agosto, en Paucarpata, atiende a sus clientes desde las 7 de la mañana hasta pasado el mediodía.
Cuando el Gobierno autorizó que los mercados y otras actividades sigan funcionando mientras el resto de negocios debía cerrar, ella no se alegró. Tenía temor de contagiarse o de infectar a sus hijos. Sin embargo, poco a poco, lo fue asimilando y adoptó algunas medidas para su cuidado.
“No salgo del puesto para nada. Cuando llego a mi casa, me saco toda la ropa, me desinfecto y recién ingreso”, nos relata.
La comerciante Gloria Cruz no ha dejado de laborar en plena pandemia. Foto: El Búho
Asimismo, el mercado donde labora también se adecuó a la emergencia sanitaria y entre los vendedores se organizaron para comprar una ducha desinfectante, colocar alcohol en gel y un lavatorio para las manos. Compraron litros de lejía para hacer la limpieza continua de sus puestos y habilitaron una puerta de ingreso y una de salida para evitar aglomeraciones. “En la posta se ha visto a muchas personas, pero no se puede dar información, no se sabe quién es y de dónde es, pero sí dice que hay varios (contagiados)”, afirma.
Aunque muchos crean que los comerciantes han resultado beneficiados por la pandemia, Gloria responde que no es así. Aseguró que la venta de su mercancía disminuyó en un 50%. Eso se debe en parte a los ambulantes que se instalaron cerca al mercado que se lleva su clientela y, además, generan focos de contagio.
“Antes vendía normalmente 25 pollos, días bajos 20 y fin de semanas vendía mucho más. Ahora, estoy trayendo 15 pollos, a veces se acaba, pero se ha bajado harto, el precio se tiró al suelo, ahora estamos con lo mínimo, ni las ganancias dejan”, se lamenta.
En casa, ella es la única que sale a trabajar. Sus hijos estudian, uno está en el colegio y otro en la universidad. Su hija mayor acabó los estudios, pero debido a la situación generada por la pandemia, no encuentra trabajo.
Ella espera que pronto pase toda esta crisis porque necesita generar más ingresos para pagar las pensiones y deudas al banco.
“Queremos que se mejore esta situación porque todos tenemos deudas, pagamos a los bancos y tenemos hijos estudiando… los colegios, las pensiones, o sea, que se mejore”.
Irenio, trabajador de limpieza: «nunca vi cosas así»
El oficio de Irenio conllevó siempre algunos riesgos. El recojo y manipulación de los desechos lo exponía a contraer infecciones de toda clase. Sin embargo, no sentía temor por hacer ese trabajo. En los años que lleva como trabajador de limpieza del distrito de Yanahuara, no se imaginó vivir esta situación.
Cuando la pandemia llegó a la región, Yanahuara fue uno de los primeros distritos que registró casos positivos. El municipio reaccionó y aplicó rápidamente la estrategia de limpieza y desinfección de calles. Para ello, Irenio sustituyó sus habituales herramientas de trabajo y se colocó un mameluco blanco, se colgó la mochila con el desinfectante, se puso su mascarilla y sus lentes y salió a fumigar las calles del distrito.
“Al principio daba un poco de miedo, pero nos pusimos al servicio de Yanahuara. Compraron una máquina de fumigación que yo mismo operaba y salíamos a fumigar. Hemos hecho como cinco fumigaciones en todo el distrito”, cuenta.
El señor Irenio tuvo que apoyar en la fumigación de calles en Yanahuara: Foto: Municipalidad de Yanahuara
Como el resto de trabajadores le costaba respirar con el barbijo puesto y comenzó a tomar el hábito de lavarse continuamente las manos. Después de cumplir con su jornada de trabajo, llegaba a su casa y se limpiaba con un vaporizador que tenía preparado en la puerta de ingreso. Rociaba en su zapato y su ropa la mezcla de agua y lejía para desinfectarse.
Irenio cuenta que lo que más le impresionó fue ver las calles vacías, sin vehículos ni personas. Aunque, también hubo una ocasión que vio entrar una ambulancia a una zona residencial y sintió pena y miedo en ese momento.
“Yo nunca había visto algo así, la policía cerraba la calle y una ambulancia se estacionaba frente a una casa. Nunca había visto eso, de todas maneras, uno se siento asombrado, sorprendido”, expresó.
Mientras cumplía su trabajo, había ocasiones que la gente salía a sus ventanas y lo aplaudía o le enviaba mensajes de apoyo a través de carteles, en ese momento se sentía más tranquilo. Pero no todos reaccionaban de buena manera. También había vecinos que rechazaban la fumigación y decían que desinfectar no servía de nada.
En casa, la bisuebuela de la familia tenía temor de contagiarse y comenzó a alejarse de su presencia. Ella creía que podía infectarse cuando Irenio se le acercaba, pero poco a poco perdió los nervios. Él vive solo, su esposa murió años atrás y sus hijos viven actualmente con sus abuelos. Pero sus hijos apoyan su labor y siempre le preguntan por su estado.
De acuerdo al último reporte del Ministerio de Salud, en la provincia de Arequipa 98 trabajadores municipales contrajeron el coronavirus. Irenio felizmente no está dentro de esta estadística, pero supo que un colega suyo enfermó. Se había contagiado durante su descanso. Afortunadamente, está mejor, refiere.
“Lo único que hay que hacer es acatar las normas del gobierno, protegernos nosotros mismos. Nadie está libre, con esta enfermedad vamos a convivir todos, así que depende de nosotros cuidarnos”, agrega. Irenio está esperanzado que la emergencia pase pronto y pueda continuar con aquellos proyectos que tenía con sus hijos antes de la pandemia.
-Más cobros por pruebas covid. Trabajadores de la feria de Sachaca, denunciaron que se les cobró 80 soles por aplicarles la prueba rápida en la Micro Red Asistencial de Salud Yanahuara – Sachaca. En consecuencia, la Fiscalía Anticorrupción intervino hoy este local de salud y la comuna de Sachaca.
-Nuevos hospitales. Tras permanecer paralizados por más de dos años, se retomará la construcción de los hospitales de Chala, Cotahuasi y Camaná. Ahora, el Gobierno Regional obtuvo a su favor un laudo arbitral que ganó al consorcio Chala II, empresa que deberá pagar una penalidad de 4 millones de soles a la región. Las 3 obras deberían culminar en los siguientes 4 a 10 meses.
-Puro humo. En lo que llevamos de emergencia sanitaria, infinidad de fakes se difunden en redes sociales y grupos de WhatsApp. Entre ellas las que vinculan al coronavirus con las antenas de 5G. Una que se viralizó recientemente daba cuenta de la instalación de una antena 5G en terrenos aledaños a la avenida Quiñones. Sin embargo, se trata de información falsa. Desde Osiptel negaron la existencia de antenas 5G en Arequipa.
-Contra viento y marea. El Hay Festival Arequipa 2020 se realizará a pesar de la pandemia. Ya que está programada para los días 5 al 8 de noviembre, los organizadores consideraron que no habrá inconveniente en desarrollarlo.
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Las últimas declaraciones del expresidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP), Roque Benavides, han exacerbado los ánimos en Islay. Benavides minimizó la resistencia de los agricultores de Islay (Arequipa), contra el proyecto cuprífero Tía María.
Si la estrategia de la empresa Southern Perú fue exponer que el proyecto minero es una alternativa real para reactivar la economía en Arequipa, estas declaraciones parecen haber generado un efecto adverso. La alusión de Benavides fue directamente al distrito de Cocachacra (Islay), donde se encuentra el Valle de Tambo.
“Hoy día, Cocachacra no puede ser impedimento para que se desarrolle Tía María, que abarque Quellaveco, que abarque todos los proyectos mineros de Cajamarca y Lambayeque (…) Hay que sacar adelante los proyectos lo más rápido posible”
Expresidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP), Roque Benavides
Las declaraciones de Benavides apelan a las proyecciones económicas para este año, frente al inminente desplome del Producto Bruto Interno (PBI), consecuencia de la paralización del país por la pandemia. Las estimaciones apuntan a una caída del 15% al 16% del PBI nacional durante el 2020, según Benavides.
Reacciones desde Islay sobre Tía María
Pero para el alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo, esta no es más que otra estrategia de Southern Perú, para buscar imponer el proyecto minero en el valle. Incluso aprovechándose de la actual coyuntura económica adversa, consecuencia de las restriccionessociales dictadas por el Ejecutivo.
Como aludido directo, la autoridad edil de Cocachacra, expuso su indignación aclarando que toda la población está a favor de la agricultura. Cornejo dijo que cuando hablan de la población que dicen apoyar la minería, se trata de los mismos trabajadores de la minera.
“Ellos confunden a gente que le están pagando, que tiene gente acá que está trabajando, que son pocos, y que están consiguiendo firmas a través de engaños. Ellos confunden que la gente está de acuerdo (…) Están tratando de darle vuelta a la verdad, en vez de decir que son muy poquitos, ya casi nadie. Están dándole la vuelta”
Alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo
Congresista Hipólito Chaiña y el dirigente del Valle de Tambo, Miguel Meza Igme
Dirigente y congresista advierten estrategia para Tía María
El dirigente del Valle de Tambo, Miguel Meza Igme, también coincidió que Southern está en campaña para concretar el inicio de actividades en Tía María, apoyándose en la necesidad de los pobladores por las consecuencias del aislamiento social.
“La intención de la empresa minera Southern es aprovechar esta pandemia, para exigir en la reactivación económica (operar diciendo), que Tía María va a salvar a nuestro país (…) Definitivamente hay una campaña de querer aprovechar esta crisis de la empresa minera Southern, nosotros no lo vamos a permitir”
Dirigente del Valle de Tambo, Miguel Meza Igme
Meza Igme puso como ejemplo que el lunes la empresa minera intentó entregar bolsas de víveres con el logo de Southern. El dirigente calificó el acto como una provocación, ya que incluso la entrega se realizaba con la grabación en video de las donaciones, exponiendo la intencionalidad del «regalo», que no era un acto desinteresado, explica.
Para el congresista de la República, Hipólito Chaiña, la lectura de los últimos pronunciamientos a favor de Tía María es clara: responden a una campaña para forzar el inicio de la minera.
“Esto no es gratuito, en el sentido de que se quiere forzar de alguna manera el inicio de las obras de Tía María, y eso el pueblo lo sabe (…) Se quieren aprovechar de este estado de emergencia para dar viabilidad, sin tener las condiciones necesarias, sin haber obtenido la licencia social”
Congresista de la República por Arequipa, Hipólito Chaiña
El alcalde provincial de Arequipa, Omar Candia, no genera confianza al alcalde de Cocachacra, ni al dirigente del Valle de Tambo. Su posición, indican ellos, está ladeada hacia la empresa minera, sin exponer el apoyo a la lucha que vienen manteniendo durante más de una década los agricultores del Valle de Tambo.
“La intención de buscar aliados de la empresa Southern, en la CONFIEP, incluyendo el alcalde provincial de Arequipa, que también ha señalado, parece ya, su cariño a Tía María”
Dirigente del Valle de Tambo, Miguel Meza Igme
Omar Candia, efectivamente, se ha pronunciado a favor de facilitar las inversiones, como una forma de paliar la dura recesión que se viene. Por eso, el alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo, fue más directo y duro con la posición del burgomaestre.
“Si yo no conozco bien un lugar, yo no tendría esa capacidad de opinar porque no lo conozco. Y el señor (Omar Candia) no conoce bien el Valle de Tambo y él está opinando, que quiere decir entonces, que le están pagando para que hable (…) Por lo menos, yo me doy cuenta que a ese señor le está pagando la mina, para que hable a favor de la empresa”
Alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo
El burgomaestre de Cocachacra exigió que Candia visite el Valle de Tambo, antes de opinar sobre la lucha que vienen manteniendo los agricultores.
“No tiene esa valentía de venir al Valle de Tambo, a pasear por los campos, conversar con los pobladores (…) No estoy de acuerdo que esté hablando esas cosas que de repente él no conoce bien”
Alcalde distrital de Cocachacra, Julio Cornejo
Rentabilidad de la agricultura
Julio Cornejo aclaró que la rentabilidad de la agricultura en el Valle de Tambo ha quedado demostrada en este tiempo de necesidad. Explicó que el 100% de las tierras agrícolas están en plena producción.
A modo de ejemplo, explicó que en el caso de la papa, hay 2 mil 500 hectáreas, produciendo 30 mil kilos por hectárea. Igualmente, en el caso del ajo, hay aproximadamente 2 mil hectáreas sembradas. Por cada hectárea se producen 10 mil kilos de ajo.
Con estos dos productos bandera de Islay, el alcalde distrital expone que la producción agrícola está en su mejor momento. Además, que estas tierras abastecen a mercados de la Macroregión Sur y que se está exportando a otros países: la papa a Bolivia, y el ajo a Brasil.
El parlamentario Chaiña, por su parte, recalcó que la agricultura ha aportado más beneficios en estas difíciles semanas del confinamiento social, para el abastecimiento de alimentos de primera necesidad. Situación que no habría ocurrido con la minería.
“No hemos gozado absolutamente nada de la minería, por el contrario, la minería ha seguido trabajando (durante el estado de emergencia), ha seguido depredando el medio ambiente”
Las maniobras denunciadas para iniciar las obras del proyecto cuprífero han generado también la disposición de la población de Cocachacra de reiniciar las protestas. La desinfección de calles, por ejemplo, a través de grandes camiones que llevan el logotipo de Southern, fue rechazada en Cocachacra. Luego se supo que la OMS no recomendaba esa práctica por su inocuidad frente al virus y su potencial daño a la salud. No obstante, la minera continuó con esa labor que sí fue bien recibida en Arequipa.
La tensión continúa, pese a los pronunciamientos explícitos del presidente Martin Vizcarra y del premier Vicente Zevallos en Arequipa, reafirmando que este proyecto continuará suspendido, hasta resolver el conflicto social.
-Hospital con gran demanda. El hospital Covid Honorio Delgado reporta un incremento de pacientes a diario. El director Richard Hernández dijo que se producen entre 15 a 20 atenciones haciendo que el nosocomio se embalse de pacientes. A eso se suma una nueva dificultad: el hospital se está quedando sin oxígeno ante la alta demanda de enfermos. El jefe del nosocomio señaló que tendrían asegurado el suministro para los siguientes dos meses.
-Aprovechando el pánico. El presidente ejecutivo de la minera, Oscar Gonzales Rocha, insistió en impulsar el proyecto. El empresario sostuvo que, ante la crisis económica por el coronavirus, Tía María es la opción perfecta para crear nuevos trabajos. Incluso, aseguró que la mayoría de la población se encuentra a favor del proyecto.
-Clausura temporal de economax. El personal de Fiscalización de la Municipalidad Distrital de Yanahuara llegó a Economax de la avenida Metropolitana hoy, para efectuar la clausura temporal del centro comercial mayorista. Una de las razones es que no se ha efectuado la prueba rápida a los trabajadores, a pesar del pedido de la comuna días atrás.
-Les cayó el guante. Hasta que finalmente se confirmó una sanción ejemplar a las operadoras de telefonía. Osiptel confirmó multas contra Claro Perú y Telefónica del Perú por un total de 3 millones 562 mil soles. En el caso de Claro, se le confirmó multas por 2 millones 742 mil soles, por el incumplimiento del Reglamento de Portabilidad, entre otros.
La batalla contra la pandemia se encuentra en un punto crítico. Los dos hospitales covid de Arequipa se encuentran cerca al límite de su capacidad y las autoridades temen que se saturen en cualquier momento, sobre todo las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Eso se debe a que en los últimos 10 días casi se ha duplicado el número de pacientes en esta área, según los datos recopilados de la Gerencia de Salud.
Demanda para UCI creció y disponibilidad es limitada. Foto: Andina
La cantidad de pacientes en estado crítico que se encontraba conectado a un ventilador era de 34, según informó Salud al cierre de mayo. Luego, este número creció a 60 para el 10 de junio, lo que significó un esfuerzo para incrementar los recursos médicos, pero de manera limitada.
Cabe mencionar que cuando llegó la pandemia a la región los hospitales no se encontraban preparados. Para el 21 de abril, un mes más tarde del inicio del Estado de Emergencia, el hospital Honorio Delgado contaba con solo 8 camas de UCI y el hospital Carlos Seguín Escobedo de Essalud puso a disposición de los pacientes 15 camas. El coronavirus había cogido a nuestro sistema de salud mal preparados.
Sin embargo, mediante gestiones con el Ministerio de Salud y Essalud, se incrementó, poco a poco, la oferta hospitalaria. Los últimos datos recabados de la Gerencia de Salud señalan que Arequipa tiene hasta el 11 de junio 73 camas UCI, que están distribuidas de la siguiente manera:
Aunque, el director del hospital Covid Honorio Delgado, Richard Hernández, manifestó este jueves que el nosocomio implementó en una primera etapa 12 camas UCI con ventiladores, fuera de las 8 que tenían disponibles en el área de Traumashock. Asimismo, el hospital recibió 4 ventiladores enviados por el Ministerio de Salud el pasado lunes y 2 más el último miércoles. En total, el nosocomio contaría con 26 camas UCI equipadas, dos menos de lo registrado por la Gerencia de Salud.
En tanto, el gerente de Salud, Leonardo Chirinos, explicó el lunes que el hospital de Essalud disponía de 30 camas UCI y que se irían incrementando en los siguientes días para atender la demanda. Hasta este jueves, la Gerencia de Salud confirmó que el CASE cuenta con 35 camas en UCI para los pacientes más graves.
Pacientes en camas UCI
Según el reporte de la Sala Situacional Covid-19, el hospital Honorio Delgado tiene a la fecha a 20 pacientes ocupando una cama UCI. Eso quiere decir, que el nosocomio tiene el 71% de su capacidad ocupada, y solo dispone de 6 camas para los pacientes más graves.
Mientras que en el hospital Carlos Alberto Seguín Escobedo, se ha informado que 28 pacientes están internados en UCI. Lo que significa que el nosocomio tiene superado el 80% de su capacidad y podría llegar en cualquier momento al tope.
El panorama no es distinto en los centros particulares donde también se encuentran internados pacientes en UCI. En la clínica San Pablo, se hallan 6 pacientes en cuidados intensivos y en la clínica Valle Sur permanecen 3 pacientes hospitalizados en UCI. Por lo tanto, las camas UCI en estos establecimientos están copadas al 90% y solo quedaría 1 disponible para un paciente.
En el transcurso de la semana, durante dos días consecutivos se reportó la muerte de 20 pacientes (10 el martes y 10 el miércoles), siendo los picos más altos registrados hasta la fecha desde el inicio de la pandemia. El gerente de Salud ha rechazado que los pacientes hayan muerto por falta de camas en UCI. El funcionario explicó que tales muertes se produjeron porque pertenecían al grupo de mayor vulnerabilidad, que son personas con comorbilidad o superan los 60 años.
Sin embargo, el funcionario mencionó que el sistema de salud estaría por llegar al tope y la atención podría colapsar en cualquier momento. El escenario se complica aún más con el invierno.
El Congreso contra Sunedu. La Comisión de Educación debate la creación del Consejo Nacional de Asuntos Universitarios (CONAU), la cual evaluaría las decisiones tomadas por Sunedu. El ministro de Educación, Martín Benavides, ha calificado esta iniciativa como un claro atropello contra las decisiones técnicas que ha emitido Sunedu y con la intención de victimizar a las universidades con licenciamiento denegado.
El Swing en el Congreso. Richard Swing llegó hasta el Congreso, En un inicio apeló a los sentimientos y dijo que era una víctima, encomendándose a Dios y negando que tenga alguna argolla en el Gobierno. Pero esto no le sirvió para recibir la compasión de los parlamentarios, quienes cuestionaron su trayectoria, que no justificaba el contrato de sus servicios.
Falconí y su demanda. El excongresista arequipeño Marco Falconí reapareció en la escena local muy a su estilo. Presentó una demanda ante el Poder Judicial reclamando su salida de la Junta Nacional de Justicia, que selecciona y nombra a jueces y fiscales en lugar del ex CNM. El abogado interpuso una demanda de amparo ante el despacho de la jueza constitucional Karina Apaza pidiendo se reconozca su elección como consejero.
Las elecciones en la UNSA tendrán que esperar. El Juzgado Especializado Constitucional de Arequipa declaró fundada una medida cautelar para suspender la elección de Consejos de Facultad y Asamblea Universitaria. Así lo dio a conocer el presidente del Comité electoral de la UNSA, Edgar Arévalo.
Y lo que se temía se produjo. El Comando Covid Arequipaha confirmado este sábado que los hospitales están al borde del colapso. El aumento de casos positivos en la última semana, con picos de hasta 270 casos nuevos, alarmó a las autoridades, quienes han insistido en pedir a la población no salir de sus casas.
“Atravesamos un momento difícil en que el contagio ha puesto al límite nuestra capacidad hospitalaria. Por ello, recomendamos a la población que se quede en casa. Y que solo salgan quienes reiniciaron sus actividades económicas o que tengan necesidades urgentes, usando mascarillas, respetando el distanciamiento social y lavándose las manos”, manifestó.
Edwar Gratelly, jefe del Comando Covid
El epidemiólogo Pery Miranda, miembro del Comando Covid, explicó cómo el coronavirus ha afectado a la región, recientemente. En primer lugar, mencionó que los contagios han “escapado de sus proyecciones”. Se ha registrado una elevación de los casos pasando de 200 a 270 casos confirmados por día. El médico atribuye este incremento a la temporada de frío que ha hecho que se registren más casos de pacientes con cuadros de neumonía. Además, se ha observado que, en la mayoría de los casos, las víctimas son personas que pertenecen al grupo de mayor vulnerabilidad (ancianos y enfermos crónicos).
“La infección se da sobre todo en la población de 30 a 59 años, son los que más se infectan. Ellos son los que llevan la infección a las casas donde están nuestros ancianos y ellos han llegado muy tarde. En la mayor parte de los fallecimientos, los pacientes han llegado con cuadros severos de complicación respiratoria y han hecho uso de estos ventiladores. La tasa es muy alta, tenemos a la fecha 126 fallecimientos”.
Percy Mirando, epidemiólogo.
¿Cuántas camas UCI tenemos en Arequipa?
El general Gratelly explicó que la región dispone solo de 67 camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para pacientes en estado crítico. Mientras que para los pacientes con cuadro moderado, se cuenta con 150 camas en el hospital Carlos Alberto Seguín Escobedo de Essalud y 200 en el hospital Covid Honorio Delgado.
El jefe del Comando Covid agregó que el Honorio Delgado multiplicará su oferta con 200 camas más y se instalarán 100 camas en el hospital Goyeneche. De esta manera, el Goyeneche podrá también acoger a los pacientes infectados.
Paralelamente, se implementará una nueva estrategia que consiste en ubicar casa por casa a los pacientes sospechosos. Esto, con el propósito de que se brinde una atención temprana a los afectados y evitar que desarrollen un cuadro más complicado.
“A partir del lunes se pondrá en operación la estrategia de contención por distrito, se intervendrá el sector norte de la ciudad, se ubicarán casos sospechosos, casa por casa, antes de que se deriven casos graves”, mencionó.
La reanudación del transporte
El Comando ha decidido aceptar la reanudación del transporte que se suspendió durante dos semanas y retorna este lunes 15 de junio. El alcalde Omar Candia expresó que fiscalizarán a las unidades con la colaboración de la Policía Nacional.
“Se ha decidido reiniciar el transporte de pasajeros con aquellas unidades que se adecuen a las ordenanzas 1186 y 1188. La policía participará de las labores de fiscalización”, dijo.
Añadió que la supervisión se realizará en los paraderos de cada empresa de transporte y también a lo largo de las rutas de la ciudad de Arequipa.
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La ausencia de camas UCI en los hospitales del Ministerio de Salud y de EsSalud obliga a que consideremos como una opción recurrir a una clínica privada, si algún familiar cercano cae frente al coronavirus. El mayor inconveniente para esta decisión, es preguntarse si se podrá solventar los elevados costos de los centros de salud privados. La pregunta es directa y necesaria, ¿cuál es el costo de tratarse de covid-19 en una clínica privada?
En Arequipa solo hay dos clínicas privadas que tienen la autorización de recibir pacientes con la enfermedad de covid-19. La clínica San Pablo, perteneciente al Grupo San Pablo, que conforma una red de clínicas a nivel nacional desde 1991. Por ello los costos consignados en este informe para Arequipa, son aplicables como una tarifa estándar, a nivel nacional.
La segunda clínica autorizada para recibir pacientes con esta enfermedad es la clínica Vallesur, que pertenece al Grupo Auna. Igualmente conformado por una red de clínicas ubicadas, además de Arequipa, en Lima, Piura, Chiclayo y Trujillo.
Para iniciar este informe, nos remitimos a una pregunta que se hace el congresista Hipólito Chaiña, quien resume así su sentir en este escenario.
“¿Cuánto de dinero ganan estas malditas clínicas que solo se dedican a ganar dinero, a costa de esta crisis?”
El inalcanzable costo en Perú
Comencemos con la clínica Vallesur. Como una forma de asegurar el costo de los primeros días, al momento de ser hospitalizado por el área de Emergencia, se debe realizar un depósito de garantía de 50 mil soles.
El costo básico de hospitalización son 700 soles. Adicionalmente, debe sumarse los honorarios médicos, costo de exámenes auxiliares, medicación, equipo médico y un largo etcétera. Sumando todo, cada 24 horas se debe pagar un mínimo de 3 mil a 4 mil soles. Esto, si el paciente está hospitalizado en piso, y está estable.
En el caso que requiera de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), el panorama cambia. Los costos se elevan al punto de volverse inaccesibles.
En UCI de la clínica Vallesur, el gasto mínimo por día va entre 8 mil a 10 mil soles, confirmaron a El Búho en la propia clínica. Estas tarifas son variables, ya que los costos se pueden elevar aún más, dependiendo del cuadro clínico del paciente ingresado a esta área. Actualmente la clínica Vallesur es la única en la región Arequipa del sector privado, que cuenta con camas UCI disponibles para pacientes covid-19.
En la clínica San Pablo los montos guardan bastante similitud. En el caso que se decida trasladar a un familiar a este centro de salud, se debe realizar un depósito de garantía de 25 mil soles. Este monto asegura la cobertura económica de los primeros días del tratamiento del paciente.
Si nuestro familiar con coronavirus no requiere cuidados excepcionales y es hospitalizado en piso, el costo por día puede llegar a superar los 4 mil soles. El área de presupuesto nos explicó que hubo casos de pacientes con covid-19 que superó largamente este monto aproximado. A nuestra pregunta, señalaron que el costo depende del diagnóstico y la evolución del paciente.
El costo de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en la clínica San Pablo es similar al de la clínica Vallesur. Se elevan considerablemente, en comparación con el área de hospitalización en piso. Consultada la clínica, no precisó montos, pues depende de la complejidad de cada caso. Hasta el viernes, las camas UCI de la clínica San Pablo se encontraban ocupadas en su totalidad.
Tiempos de hospitalización por coronavirus
Los pacientes con covid-19 leve tienden a recuperarse tras dos semanas de haber sido infectados por este virus, sin necesidad de estar hospitalizados. Esto, con cuidados básicos. Y de ser necesario, con una medicación prescrita, como el paracetamol. Este tiempo está en base a un análisis realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El problema se presenta cuando el paciente se complica y necesariamente debe ser hospitalizado para asegurar su recuperación, evitando un desenlace fatal. El momento en que un paciente empieza a sentir complicaciones severas, es luego de 7 a 10 días de haber sido infectado. Esto debido, principalmente, a la inflamación de los pulmones.
Los pacientes pueden llegar en una etapa grave a necesitar oxigenoterapia, y ser trasladados a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Incluso puede llegar a ser necesario sedar al paciente y conectarlo a un respirador mecánico. La recuperación de estos pacientes UCI puede extenderse entre 2 a 8 semanas.
Con los presupuestos expuestos anteriormente, un paciente con coronavirus que deba internarse en una clínica privada, ante la ausencia de camas UCI libres en los hospitales del Ministerio de Salud y de EsSalud, tendría que afrontar montos realmente exorbitantes.
La factura de un paciente sin complicaciones graves internado en hospitalización de piso, puede alcanzar en una semana los 30 mil soles aproximadamente. Si el paciente está internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), la factura por solo 7 días en una clínica privada llegaría a los 100 mil soles.
Costos inalcanzables para el peruano con sueldo promedio
Ahora, aterricemos estas cifras en la realidad del sueldo promedio de un peruano. Desde el 2018, la Remuneración Mínima Vital (RMV) asciende a 930 soles, un aproximado de 273 dólares. En el 2016 la Red Latinoamericana de Investigaciones sobre Compañías Multinacionales (RedLat) realizó el estudio: Trabajo Decente en América Latina.
La investigación reveló que, en el Perú un 50% de trabajadores recibe menos de la Remuneración Mínima Vital. Una de las peores cifras en Latinoamérica, solo igualado casi por Colombia con un 48%. Adaptemos este estudio al contexto actual, donde todas las predicciones apuntan a que el país, tras uno de los más largos confinamientos a nivel internacional por la pandemia, tendrá un derrumbe de su PBI y economía en general.
El peruano con el sueldo promedio de 930 soles necesitaría trabajar 9 años ininterrumpidos para dedicar su sueldo entero a cancelar la deuda de 100 mil soles. El monto equivale a tan solo una semana en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI),en una clínica privada. Recordemos que un paciente con coronavirus en UCI, puede permanecer entre 2 a 8 semanas antes de recuperarse. O en el peor de los casos perder la vida.
A la izquierda la clínica San Pablo ubicada en la Av. Metropolitana, esquina con la urbanización Teresa de Jesús, Cerro Colorado. A la derecha la clínica Vallesur, ubicada en la Av. La Salle 116, Cercado
Deudas médicas por coronavirus
En Arequipa hay dos casos que ejemplifican los inalcanzables costos de tratarse esta enfermedad en una clínica privada. Por respeto y pedido expreso de los involucrados, utilizaremos nombres ficticios para exponer ambos casos.
El primero es de Ricardo. Su madre de 72 años de edad enferma con una gripe inusual. Al notar que no mejoraba, Ricardo y su hermano llevan a su madre el martes 5 de mayo a EsSalud de Arequipa. En el centro de salud le diagnostican una gripe. Le colocan una inyección y le recetan pastillas para que se alivie. Sin embargo en EsSalud no dispusieron la realización de una prueba de descarte de covid-19.
La salud de la madre de Ricardo empeora con los días, hasta que deciden volver a llevarla al seguro social. Pero esta vez la atención estaba al tope, por lo que deciden llevarla a la clínica San Pablo, el martes 19 de mayo.
Dos semanas permaneció en su domicilio resistiendo la enfermedad, apoyados en el diagnóstico de la doctora de EsSalud que le indicó a su familia que sería normal que demorara en recuperarse de esta “gripe”. Una abierta negligencia, se queja Ricardo.
El mismo martes 19 de mayo la clínica San Pablo diagnostica coronavirus a la madre de Ricardo mediante una prueba rápida. Ella ingresa en un inicio a piso, por los dos primeros días. Al empeorar su condición, es ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos, por dos días más.
Del 19 al 26 de mayo la deuda por costos médicos de la madre de Ricardo ascendía a 40 mil soles aproximadamente, nos cuenta. Tras hacer la denuncia pública, el mismo 29 de mayo EsSalud acelera «milagrosamente» el traslado de la madre de Ricardo hacia el hospital Carlos Alberto Seguín Escobedo. A pesar que la familia de la paciente venía pidiendo días atrás que sea internada en el seguro social, ante la imposibilidad de cubrir los cuantiosos costos de la clínica privada.
Lamentablemente, 4 días después de ingresar a EsSalud, la madre de Ricardo perdió la batalla contra este virus. Ellos perdieron a su madre y en estos momentos mantienen una enorme deuda económica que supera sus posibilidades.
El segundo caso es de la dueña de una de las empresas emblemáticas de Arequipa, aunque el tamaño de la compañía es modesto. Ella retornaba de un viaje a España y se le diagnostica coronavirus. Entonces es internada en la clínica San Pablo.
Los costos médicos por 35 días en este centro de salud privado superaron los 450 mil soles. A pesar de los cuidados médicos, lamentablemente perdió la vida, y la familia adquirió una deuda de casi medio millón de soles.
El negocio de la salud
Para el congresista de la República y médico de profesión, Hipólito Chaiña, estos inaccesibles costos en medio del crítico escenario que vive el país, es un signo inequívoco del abusivo proceder de las clínicas privadas.
“Las clínicas siempre han actuado en un sentido muy unilateral, egoísta, empresarial. Nadie puede tener acceso a las clínicas porque los precios son demasiado altos. Lo más repudiable es que cuando la familia ha pedido una cama a la clínica, lo primero que le piden es una garantía de 40 mil, 50 mil soles. Eso creo que es una burla, no solo para el pueblo, sino para los pacientes que sufren esto en carne propia”
Congresista de la República, Hipólito Chaiña
El convenio de inicio de junio entre el Seguro Integral de Salud (SIS) con la Asociación de Clínicas Privadas para que atiendan a pacientes con coronavirus a una tarifa social entre 3 mil 500 a 3 mil 600 soles diarios por cama UCI, termina siendo solo «otra mecida», considera el congresista Chaiña.
“Aparentemente, para la población está muy bien. ¿Pero cuántos pacientes del SIS asisten a estas clínicas? No los reciben, esto es un total abuso. Lo que ellos quieren es aparentar a la población que cobran menos. Pero de ninguna manera le dan la atención a los pacientes que necesitan. Y sobre todo a aquellos que están asegurados en el SIS. Es un ‘engañamuchachos’”
Congresista de la República, Hipólito Chaiña
Finalmente, el parlamentario considera que el personal médico de estos centros de salud también es objeto de abusos de estos conglomerados empresariales que conducen las clínicas privadas. Un ejemplo es la denuncia hecha por enfermeras y técnicos de la clínica Arequipa a Sunafil. «Al personal que trabajan en las clínicas los tratan totalmente mal», dice Chaiña.
Además considera necesario que el Estado intervenga, ante el escenario crítico sobre costos inalcanzables en medio de un estado de emergencia.
«Dada esta condición de abuso de estas clínicas, que no quieren atender a los más pobres a pesar de haber hecho un convenio, el gobierno tiene que tomar de una vez por todas a su cargo estas clínicas, ipso facto (inmediatamente)»
Congresista de la República, Hipólito Chaiña
El sistema de salud público se encuentra colapsado, siendo imposible acceder a una cama UCI. Lo que queda es buscar la alternativa de las clínicas privadas, pero estos costos niegan la posibilidad de tratarse ahí por coronavirus.
Esta situación nos coloca ante la posibilidad de ver cómo un familiar nuestro pierde la vida por falta de atención médica. El negocio de la salud en el Perú queda hoy más expuesto que nunca, cuando la pandemia está en su punto más álgido.
La pandemia está en ascenso en tres regiones del país: Ica, Trujillo y Arequipa. El ministro de Salud, Víctor Zamora, explicó que se trata de un incremento pronunciado; en contraste al promedio nacional de contagios, que refleja una sutil tendencia a la baja.
Las cifras locales avalan el pronóstico ministerial. La última semana, la mayor virulencia del coronavirus se hizo sentir en Arequipa. Solo en números oficiales se contabilizaron 48 muertes por la enfermedad. Es decir, más de la tercera parte del total de fallecimientos por COVID-19.
El incremento de muertes coincide con la saturación de camas de cuidados intensivos. Cada vez son más los pacientes con cuadros graves que no encuentran respiradores mecánicos. Algunos perecen a la espera de su internamiento en una UCI. Edward Gratelly, jefe del Comando COVID Arequipa, reconoció la gravedad de la situación el último sábado. “Atravesamos un momento difícil en que el contagio ha puesto al límite nuestra capacidad hospitalaria”, advirtió.
Donde mejor se refleja la propensión al alza es en las cifras de decesos diarios, reportados por la Gerencia Regional de Salud. Desde el 27 de mayo se observa un incremento en la línea de tendencia de media móvil. Pero a partir del 7 de junio, las cifras se disparan. El promedio de fallecimientos diarios pasa de 2,86 hasta un pico de 7.
La tendencia se repite en las cifras de muertes no violentas de la región, publicada en el Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF). Aplicando el análisis de media móvil, la tendencia en el registro se mantenía por debajo o alrededor de las 20 defunciones diarias. Pero comenzando el 27 de mayo, la gráfica muestra una escalada casi continua. Arrancó en un promedio de 20,43 y llegó a un pico de 30,29 muertes por día.
Como se puede apreciar en ambas estadísticas, el 27 de mayo marca la escalada de muertes en Arequipa. Los respectivos picos de las métricas también se producen en el mismo periodo. El 8 y 9 de junio fueron los días record de muertes por COVID: 10 en cada uno. Mientras que, para muertes no violentas, el zénit se registró el 9 de mayo, con un total de 39 muertes.
El pronóstico para los próximos días no es alentador. “Los meses de junio y julio van a ser muy críticos para Arequipa. Y eso implica que tenemos que sumar todos los esfuerzos de toda nuestra capacidad hospitalaria para enfrentar este problema”, señaló Ángel María Manrique, jefe de la Oficina Defensorial de Arequipa.
Panorama de contagios en Arequipa
La curva de contagios diarios por COVID también presenta incremento. De acuerdo a los reportes de la Gerencia Regional de Salud, la aceleración se hizo pronunciada desde el 7 de mayo. La media, hasta ese día, era de 31 por día. Un mes y una semana después, el promedio de casos diarios es de 218. Es decir, se septuplicó.
Estos indicadores coinciden con una mayor cantidad de pruebas aplicadas. El promedio diario para la misma fecha era de 504,86. El mismo que, a la fecha, también se septuplicó, alcanzando los 3 mil 367 al día. La misma ratio que se vio con los casos diarios.
Sin embargo, esto no termina de explicar el superávit más reciente. Justamente, la última semana, se reportaron un total de 1 mil 526 contagios. Esto representa casi la cuarta parte de todos los casos diagnosticados de COVID-19 en Arequipa.
La importancia de los datos precisos
Por diversos motivos, la data de la Gerencia Regional de Salud es diferente a la que el gobierno nacional presenta diariamente. Para el 14 de junio, el Ministerio de Salud cifraba en 5 mil 115 los casos de Arequipa. Mientras que los informes regionales reportaban 6 mil 365 para el mismo día, y 6 mil 099 el 13 de junio. Una diferencia que fluctúa alrededor del millar.
Este desfase es manifiesto en los datos abiertos con los que trabaja el gobierno central y están a disposición de investigadores particulares. Pero entre la información que sí se registra, hay algunas imprecisas. Más de doscientos casos carecen de fecha y ubicación certera. Solo se conoce que corresponden a la región Arequipa.
Con la reactivación económica en curso y la llegada de la nueva normalidad, gana fuerza la propuesta de cuarentenas focalizadas. No obstante, se trata de una solución que depende mayoritariamente de proyecciones y diagnósticos en base a datos sólidos. Realizarlas con bloques de información imprecisa, solo conduciría a decisiones riesgosas para el control de la pandemia.
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